Los vecinos de la presa "El Capulín", ubicada entre Lomas de la Herradura en Huixquilucan y colindante con Naucalpan, Estado de México, enfrentan problemas de malos olores y enfermedades derivadas de la contaminación en la zona. De acuerdo con el reportaje de Jessica Moguel de TV Azteca, el fétido olor ha obligado a los habitantes a cerrar puertas y ventanas para evitar la exposición a la contaminación.
El problema no es reciente, pues según los vecinos, llevan al menos 13 años enfrentando estos inconvenientes. Hartos de la situación, decidieron recurrir a especialistas que aplican un método conocido como biorremediación, que consiste en combatir la contaminación con bacterias. Estas bacterias se encargan de consumir la materia orgánica, es decir, los desechos humanos presentes en la presa.
Se estima que esta técnica reducirá en un 90% el mal olor de la zona y, en los siguientes tres meses, el agua será más cristalina. Sin embargo, el INEGI señala que solo el 40% de los municipios del país cuentan con tratamiento para aguas negras, que de por si es malo, por lo que el uso de bacterias podría ser una alternativa para recuperar cuerpos de agua.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en México solo se trata aproximadamente el 46% de las aguas residuales generadas en el país, lo que significa que más de la mitad de estas aguas no reciben tratamiento antes de ser vertidas en ríos, lagos y mares. La falta de infraestructura adecuada y de políticas efectivas para garantizar el tratamiento de aguas negras ha llevado a la contaminación de cuerpos de agua y al deterioro del medio ambiente.
Esta situación no solo afecta el ecosistema, sino también la salud de los habitantes que viven cerca de estos cuerpos de agua contaminados, como es el caso de Naucalpan. La falta de acción por parte de las autoridades estatales para abordar este problema agrava aún más la situación y pone en riesgo la calidad de vida de las comunidades afectadas.
La presa "El Capulín" se encuentra en una zona residencial, donde el crecimiento desmedido de fraccionamientos y edificios en Huixquilucan e Interlomas ha generado consecuencias negativas. Las descargas de aguas negras se envían a ríos como el de Río Hondo en Naucalpan, lo que genera un daño ecológico importante.
Las autoridades de Huixquilucan, primero bajo el mandato del panista Enrique Vargas del Villar y ahora bajo su esposa, han permitido el crecimiento desmesurado de infraestructura en el corredor de Interlomas. Además, la candidata del PRI, Alejandra del Moral, pretende seguir expandiendo la zona en Naucalpan, lo que podría agravar el daño ecológico y las consecuencias relacionadas con la contaminación y falta de agua en las colonias populares naucalpenses.
Mientras tanto, en las zonas populares de Naucalpan, la situación es aún más preocupante. El abandono de la administración actual ha dejado a estas áreas en condiciones deplorables, con basura acumulándose en las calles, un drenaje deficiente y ríos de aguas negras contaminados que afectan la salud de sus habitantes. La escasez de agua se ha vuelto un problema cada vez más grave, agravando aún más la situación.
En contraste con las áreas residenciales, los habitantes de las zonas populares de Naucalpan carecen de recursos para enfrentar por sí mismos estos problemas. La falta de acceso a servicios de salud y a una infraestructura adecuada los deja en una posición vulnerable, mientras que la administración parece no mostrar interés en atender sus necesidades.