En medio de una creciente tensión en la colonia Santa Cruz Acatlán, Naucalpan, Estado de México, la empresa constructora Aliah ha salido a defender la legalidad de sus proyectos inmobiliarios. La firma, que está desarrollando cinco edificios que albergarán un total de 461 departamentos, ha enfrentado recientemente la ira de los residentes locales y las protestas que culminaron en un desalojo forzado de los manifestantes.
La arquitecta Lizeth Gallegos, representante de Aliah, presentó una serie de documentos que, según ella, justifican la legalidad de la obra. En una entrevista con EL UNIVERSAL, Gallegos afirmó que todos los permisos necesarios para la construcción de los inmuebles están en regla. Esta declaración se produce en medio de acusaciones de ilegalidad por parte de algunos residentes de Santa Cruz Acatlán.
Julio López, ingeniero y asesor de Gallegos, reafirmó que todos los documentos están en orden y se han registrado de acuerdo con la ley. “Lo que podemos decir nosotros como empresa es que nos registramos como dice la ley, y revisamos bien cuáles eran los requisitos para desarrollar un proyecto inmobiliario de esta naturaleza", dijo López.
Sin embargo, la controversia en torno a los proyectos de Aliah no se limita a la legalidad de las construcciones. Los residentes locales y los activistas medioambientales han expresado su preocupación por el impacto que estos nuevos desarrollos inmobiliarios podrían tener en el ya estresado suministro de agua de Naucalpan.
Naucalpan, como muchas otras áreas del Estado de México, ha estado lidiando con problemas de suministro de agua durante años. Los nuevos desarrollos inmobiliarios, especialmente los de gran escala como los de Aliah, a menudo requieren grandes cantidades de agua, tanto para la construcción como para el uso de los futuros residentes. Esto puede ejercer una presión adicional sobre los recursos hídricos locales, llevando a una mayor escasez de agua.
La empresa Aliah aún tiene que abordar estas preocupaciones medioambientales. Mientras tanto, los residentes de Santa Cruz Acatlán continúan su lucha, insistiendo en que su oposición a los proyectos de Aliah va más allá de las cuestiones de legalidad y se adentra en el territorio de la sostenibilidad y la justicia medioambiental.